SAN FRANCISCO (Reuters) – Los colores brillantes, las texturas originales y la personalización llegan a los teléfonos avanzados a medida que sus fabricantes abrazan la moda para impulsar las ventas en un mercado atestado.
Apple y Motorola, Google, están entre los que intentan diferenciarse con el estilo en un momento en el que la innovación tecnológica se hace cada vez más difícil en un negocio maduro.
Desde que la primera pantalla táctil del iPhone sacudiese el mercado en 2007, las características técnicas se han hecho fáciles de copiar y las mejoras en la velocidad, el peso, el tamaño de la pantalla y su resolución se han convertido en rutina.
La explosión de los productos similares ya merma los márgenes y la cuota de mercado de Apple y Samsung.
Así que es hora de sacar los pinceles.
Apple ha invitado a la prensa a un evento el martes en el que se espera que presente nuevos iPhones con una mayor gama de colores, puede que incluso en dorado.
El que una vez fuera líder Motorola, ahora propiedad de Google, está tratando de recuperar clientes con el Moto X, confiando en los colores personalizados y pronto con materiales inusuales para carcasas como la madera.
Robert Brunner, fundador de la consultora Ammunition y exjefe de diseño industrial de Apple, dijo que la personalización es una táctica bien conocida empleada cuando la singularidad de un producto se desvanece.
“Cuando algo encaja en el estilo de vida y se hace rutinario, la gente busca un diseño más superficial para diferenciarse o al menos alcanzar más gente”, dijo Brunner, entre cuyos clientes está Amazon.com, Dell y Nike.
“Los colores son un clásico. Si se hace en el momento adecuado, generará un significativo aumento en las ventas cada vez”, dijo.
Gran parte de la especulación alrededor de los nuevos iPhones este año se ha centrado en los colores y los materiales, al contrario que otros años, que se centraban en avances técnicos.
El negocio de telefonía de Nokia, que pronto pertenecerá a Microsoft, fue uno de los primeros que probó con los colores. Sus modelo Lumia podían ser desde azules y rojos hasta amarillos, lo que ayudó a que los envíos aumentasen un 76 por ciento en el segundo trimestre, por encima del sector.
COMPROBADO
En la década de 1990, los fabricantes confiaron en la estética. Hicieron teléfonos más finos y más pequeños en una carrera que algunos compararon con el negocio de los relojes de pulsera y el aprovechamiento de la moda por parte de marcas como Swatch.
La moda es un medio de impulsar las ventas, pero al final los teléfonos avanzados dependen de una tecnología excepcional para sacar ventaja a largo plazo.
“El modo en el que pensamos sobre las tecnológicas es de ventajas competitivas”, dijo Wahlstrom. “No es sostenible a menos que tengas la propiedad intelectual o una patente detrás que cree una barrera de entrada”, dijo.
/Por Alexei Oreskovic y Poornima Gupta/